La historia propone un cambio de paradigma. “Ya no me
asustas, ahora yo te asusto” y una vez ha sucedido esto, el gran asustador que
ha navegado semanas horas, segundos, años, quiere volver a la seguridad de su
cuarto donde su comida está todavía caliente. La dilatación del tiempo en la
historia es muy interesante, hace el relato más interesante, porque juega a su
vez con el paradigma del tiempo.
Un disfraz es la clave del éxito: es ser otro, es viajar
lejos, es asustar lo que me asusta. Ya no es el pequeño indefenso, es un lobo
que hasta le dice a su madre con descaro
que se la va a tragar. Vemos el cuarto que se trasforma lentamente
conforme el pequeño lo va imaginando, pero nos quedamos con la narración de un
hecho fantástico contado por un narrador presente en la misma ficción del
pequeño. Este recurso nos envuelve más aún como espectadores de la obra en los
ojos del nuevo niño-lobo. Por eso ya nos es extraño encontrar monstruos que
crujen, chillan etc. “terriblemente”.
Las figuras de los monstruos son adorables, así como el
pequeño que los imagina, y la descripción de los mostruos por el narrador es
muy inocente. Estamos en un universo de niños, con la imaginación al ciento por
ciento y con los sueños cumplidos, es su mundo y allí el gobierna. En su casa
es el pequeño que obedece, sin embargo en el momento que ya no quiere ese mundo
de monstruos, ese mundo de poder, todo se disuelve en la espesura del mar y regresa a la casa donde ya no tiene que
gobernar, donde puede ser un niño otra vez.
En mi opinión no es un video tan bueno, se notan las
imágenes estáticas del libro que se aprecian mejor en las ilustraciones de
papel. Por su parte las ilustraciones como tal son hermosas, opacas e insinúan
una cierta nostalgia. La música le da un toque muy interesante que no se da en
la experiencia con el libro.
Sería pertinente proponer este libro en un círculo de
lectura ya que es de una claidad impresionante, no el video salvo para hacer un
ejercicio de comparación. Creo que despierta sensaciones visuales muy fuertes
por el contraste de colores, por la paleta que utiliza y por las
caracterizaciones como tal de cada personaje. Por su parte la historia de la
cual ya hablé, propone muchas interpretaciones, además apela al lector
indirectamente para cerrar la historia.
El juego imágenes, música y lectura, es una experiencia
estética provechosa para un circulo de lectura. Además da pie para una
discusión viva por su tema y forma de escitura.
¿Para qué círculos de lectura en tiempos de violencia y en
la escuela?
Toda interrelación humana en un contexto de paz, respeto y
colaboración mutua puede traer consigo un sinfín de beneficios y actitudes
positivas. Es el caso de las comunidades religiosas que se unen en torno a una
fe y donde la paz, el respeto y la colaboración, así como el interés en el otro
son parte fundamental de la vida espiritual de una comunidad. Podemos ver en otro
caso, como lo son las comunidades de aprendizaje que los mismos valores que
aplican a la comunidad, aplican igualmente en un contexto ya no religioso sino
pedagógico. Ambos fomentan un aprendizaje de una u otra forma ya que se genera
un conocimiento (llamemos al crecimiento espiritual un conocimiento de sí
mismo) a través de un catalizador: un ambiente de confianza, seguridad y
respeto.
Para el caso de los círculos de lectura, que podría ser el
tercero de nuestros ejemplos, sucede lo mismo. Tenemos una comunidad centrada
en torno a un tema, trabajando por un objetivo en común, con una serie de
valores regentes y con una profunda seguridad de que cada miembro quiere estar
allí. Los círculos de lectura, se configuran y definen en este contexto como
promotores de paz por las características de comunidad que se generan y, por
otro lado, por los temas que se tocan. La literatura es para el caso un
pegamento. Es el cemento de nuestra construcción, es el pegamento que mantiene
a todos los miembros del círculo de lectura atentos, unidos, colaboradores,
dispuestos.
La literatura es el objetivo común: es medio y fin en sí
misma. Por un lado el acto de leer en común se asemeja a la antigua tradición
de algunas culturas indígenas de sentarse en torno al fuego y revivir los
mitos. Puede ser un acto tanto colectivo como
individual hoy en día y que según sea el caso despierta en el lector un
sin fin de emociones, sensaciones y aprendizajes. Así mismo, los temas, mundos
y ficciones presentes en los textos literarios a leer trasportan a nuevos
universos inimaginados, nuevas formas de existir en el mundo, neuvas formas de
relación con el otro, nuevas posibilidades de conocer al propio yo.
De esta manera, los círculos de literatura son una
posibilidad a la violencia por su forma grupal y de comunidad por antonomasia,
porque se centran en el arte como alternativa a la negación del mundo y
finalmente, aunque es un final abierto, porque
la literatura per se es la cantera de la imaginación y el autoconocimiento.
La escuela, por su posición ultraimportante de formar
cerebros en formación (valga la redundancia) es un espacio aún más vigoroso
para explotar todas las capacidades de la literatura en los seres humanos.
María Camila, eso buscamos de alguna manera, ojala podamos romper con los paradigmas convencionales de la escuela que tanto daño han hecho y podamos permitir que todos sin excepción puedan tener acceso a los libros y autores tan interesantes como Antony Browne
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