martes, 2 de abril de 2013

Círculo de lectura

SEGUNDA PARTE

11 DE MARZO DE 2013, Bogotá, 03:30 pm - 05:15 pm

Participantes: Nene, nena, beba y grandota.

Texto: Cosita linda de Anthony Browne, Fondo de cultura económica, México, 2010.

Los pequeños estaban bastante ilusionados con la idea de "jugar" conmigo. Previamente había pedido a los padres que crearan la expectativa de mi visita  a través de la noción del juego y no de lectura. Esto con el fin de que la actividad fuera relacionada con diversión y libertad y no con una actividad escolar. Posteriormente a mi llegada, todos comenzaron a inspeccionar mi bolso en busca de juguetes. Encontraron el libro, mi computador y quedaron algo decepcionados. En ese momento los invité a hacer un círculo en el suelo. Jugamos "Sapo sapito sapo" un juego de palmas en el cual se canta la canción del "sapo azul" a modo de ronda y al final el que se deje dar la última palmada en la mano pierde. Esto con el fin de integrar al grupo, relajar el ambiente, seguir con la atmósfera de juego. Además el contacto físico de las palmas promueve el acercamiento y la confianza.

Posteriormente, pasamos a ver unas imágenes reales de Gorilas en el computador; gorilas en su estado natural, en la selva, con otros gorilas, bebiendo agua, etc. Los pequeños se mostraron muy curiosos y participativos desde el comienzo. Los sorprendió bastante la última imagen en la cual se hace un primer plano de un gorila bostezando, bastante intimidador. En contraste con la carátula de Cosita Linda. Comenzamos a leer el texto.


Mientras leía iba haciendo preguntas a mis participantes sobre las ilustraciones, sobre sus impresiones con respecto a lo que veían y a lo que sentían. Me sorprendí con borbotones de información por parte de los ellos. Estaban emocionadísimos con los dibujos con el personaje del gatito. Les causó bastante risa cuando los dos amigos están en el baño en la parte de "hacían todo juntos". A mis preguntas de por qué, qué es, dónde hay un, siempre tenía respuestas curiosas, imaginativas, coherentes e interesantes interpretaciones. La nena es muy tímida y sus respuestas se ven influidas por su hermano, nene;          además es la más pequeña de los tres.


Me concentré en una lectura participativa, con énfasis en los puntos de tensión y con voz suave o tranquila en las partes que lo ameritaban. Así mismo, en el nudo, cuando rompen el televisor, que hay una escena con toda la página en tonos rojos, muy impactante traté de llevar la emoción de mi lectura al clímax  Les hice preguntas del desenlace, de lo que ellos creían que iba a pasar. Finalmente, a la respuesta de la gatita de "fui yo" con su cuerpito ocupando toda la hoja todos se rieron. Y aquí si que se dejó venir el torrente de plática y comentarios e historias paralelas y narraciones del mismo cuento y en fin.


"Somos gorilas"
Al final jugamos a ser gorilas, a representar cómo se mueven, cómo actúan, como gritan. Con esto se buscaba que los pequeños no sólo interiorizaran los conceptos y las ideas propuestas por el cuento, sino que se apropiaran de la situación y pudieran modificarla a través de su cuerpo. Muy al modo de los títeres, el cuerpo actoral o el cuerpo representativo logra dar una sensación de seguridad ya que al intervenir la cosa, el animal, o lo que sea representado, todas las decisiones las toma el actuante, él o ella tienen el poder.


Ambiente: El lugar donde realizamos la actividad es la casa de la abuelita de los niños. Es el lugar donde llegan después de la escuela. Allí los recogen sus papás cuando salen del trabajo. Las relaciones entre ellxs  son de primxs o hermanxs. 

Es importante resaltar que para llevar a cabo esta primera reunión me basé en varios autores teóricos como fueron Ana Maria Machado en la forma que propone que se debe amar la literatura para poder trasmitir ese amor a nuestros escuchas. En José Valverde, Luis Pescetti y Ana Pelegrin para la entonación y algunas técnicas de lectura en voz alta.  Sin embargo la intuición y lecturas previas aprendidas y olvidadas influyeron en el manejo y construcción de ese espacio. 


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18 de marzo de 2013, Bogotá, 03:30 pm. - 05:00 pm

Particpantes: Nene, nena, beba.

Texto: Los tres osos de Anthony Browne, Fondo de cultura económica, México D.F., 2009.



Como  propuse en la planeación, me parece recomendable empezar con un juego para entrar en calor, para romper la timidez e integrarme con los pequeños. Esta vez, me pareció conveniente jugar y cantar. Primero el juego de palmas "sapo sapito sapo" y luego les propuse a los pequeños una pequeña retahíla sobre osos para que la repitieran. Claro que hubo enredos en la lengua y risas. Los pequeños son tan espontáneos y si algo les gusta ellos se dejan llevar. Empezaron a componer sus propias canciones de osos, en el video vemos a beba cantando y bailando una de sus composiciones.




Posteriormente, los invité a que dibujaran lo que ellos creían que había en el libro. Para este momento sólo conocían la ilustración de la portada. Lo que se dedicaron a hacer fue a dibujar lo que ellos quisieron: aviones, montañas, conejitos, uno que otro oso, dibujos abstractos, perritos, pumas, en fin:




Nene (6 años)

Nena (4 años)
Beba (5 años)





Comenzamos a leer el texto y me encontré con una dificultad: las dos historias que propone el libro en simultaneo (una página tiene a modo de historieta la historia de la pequeña Risitos de oro y su  contrapágina la de los osos) con diferentes estilos y colores, además una con texto y la otra sólo ilustración, se me hacía que no lo estaban entendiendo muy bien. Entonces hice la aclaración: "son dos historias". Creo que di demasiada información tratando de que el texto fuera entendible y los privé de que hicieran su propia interpretación, aún hoy sigo reflexionando sobre el modo más idóneo de leer este libro. El caso es que pese a mis miedos, los pequeños lo comprendieron a la perfección. Participaron, daban posibles respuestas a lo que seguía en la historia, se asustaron por Risitos de oro cuando ya era inminente que la iban a descubrir, se emocionaron y saltaron, en especial beba.

Específicamente, la estrategia que usé fue leer primero el texto de la historia de los osos, haciendo las voces distintivas para cada uno de ellos: el papá Oso, grave; la mamá Osa, aguda; el pequeño Osito, chillona y consentida. Luego, leíamos las imágenes de la historia de Risitos de oro por medio de preguntas hacia ellos me enteraba qué estaban entendiendo. Les hacía buscar elementos curiosos en las ilustraciones que Browne deja como detalles caprichosos de su parte pero que están jugando con todo el conjunto de la obra. Ejemplo de esto son algunos árboles que flotan sin tronco, lobos escondidos a lo largo de las ilustraciones, pelotas rebotando sin dueño, construcciones, números,  entre otras.

Pude notar que hacia el final mis explicaciones eran cada vez menos y menos necesarias ya que lxs niñxs iban entrando en la lógica del texto poco a poco. La interpretación se hacía cada vez más natural y ya hacia las últimas páginas preveían con angustia el desenlace. Al final, cuando Risitos de oro se encuentra con su mamá todos respiraron aliviados.  Nene hace la lectura de la última frase del cuento, demanda que él también quiere leer, me encanta!

Después de leer el cuento, las impresiones de los pequeños se dejan venir en ráfagas. Todos hablan de la niña que se perdió, de la lluvia, de los ¿monstruos de la calle?, en fin. Con la imaginación volando como la tenían y la energía arriba como estaban los invité a que dibujaran de nuevo y todos accedieron. He aquí los segundos dibujos de cada uno:

Nene (6 años)
Dibuja la casa de los osos, con el número tres de la entrada, así como otros detalles puntuales de la ilustración. A la derecha la cama en la que está dormida Risitos y abajo, en otro plano separado por una línea, pero parte del mismo dibujo, los osos viendo a la niña en gris. 

Beba (5 años)
Nena (4 años)









<Vemos la barrera que hay entre la mamá y su hija  para encontrarse, además de unos cuantos osos, un conejo,  un árbol de navidad, dos soles, elefantes.




Si bien en el primer dibujo hizo varios osos y cosas relacionadas con el lbro, aquí decidió dibujar un circo con michos colores.>







Ambiente: Casa de la abuela materna de los niños. La abuela de Beba y la abuela dueña de casa estuvieron presentes. Las grandotas no quisieron participar esta vez en la reunión, estaban haciendo tareas. 



Finalmente,  me inspiré en  autores como Pelegrin, Pescetti,  Valverde  para las técnicas de narración en voz alta, además en Machado y en Fajardo para  visualizar el modo en que los niños reciben la lectura y cómo esta afecta su  vida.  Sin embargo creo que necesité más ayuda teórica para abordar un libro como este tan vanguardista en su narración que mezcla lenguajes, estilos y formas. 



LA tercera reunión ha tenido que ser aplazada varias veces ya que los pequeños se han visto envueltos en diferentes actividades, además la pausa de Semana Santa, lo cual ha impedido que pueda ir a leerles. LA tercera sesión está planeada para el miércoles 03 de abril a las 4 de la tarde.




¿maestro/a poeta?


 El poeta ha sido expulsado de la polis, ha sido llamado loco, ha sido llamado libertino, bohemio, maldito, ha recorrido el mundo con su pluma, ha tocado princesas y dialogado con animales. El poeta es un ser creador, un ser de posibilidades que apuesta por la literatura en un mundo que le ha dado la espalda a las materias del espíritu.Hoy en día la figura del poeta es una figura despreciada en muchos casos y en otros es una figura que ha vendido su arte por unas cuantas migajas de derechos de autor. Pero hoy también, el poeta es el ser que se propone como la salida pedagógica hacia una educación ética, hacia una construcción del saber ni totalitaria, ni humanística. Es la propuesta pedagógica, utópica y revolucionaria, para prevenir que un nuevo holocausto se repita, una salida a las interrelaciones carcomidas y frías de este nuevo mundo de la información.

Un/a maestrx poeta es alguien que se toma el tiempo de escuchar a sus alumnos, de conmoverse por quienes son, por quienes fueron. Posee la capacidad de trasmitir el conocimiento en el lenguaje de la literatura: es decir a través de enunciados abiertos, capaces de generar preguntas, que en ningún caso buscan adoctrinar, por el contrario, buscan que en el estudiante se generen preguntas, y múltiples respuestas. Argumenta, pero no tiene la última palabra, deja que los silencios digan más que las frases e invita a la construcción constante de mundo posibles. Además, fomenta la relación con el otro en su aula, la amistad, el debate, el respeto. Ayuda a sus estudiantes a concebir un plan de vida más allá de lo establecido, hacia el amplio mundo de lo posible. Es un ser de signos que integra en sus clases la tecnología pero que la humaniza por medio de la palabra, de la imaginación (no como lo irreal sino como lo posible), de las preguntas hacia lo invisible pero que subsiste en todas las cosas. Habla de la historia como un continuo presente, mantiene vivos los acontecimientos que marcaron la historia con una huella roja de sangre y los acontecimientos que le dieron un giro de ciento ochenta grados. Es huésped de sus alumnos y sus alumnos son huéspedes suyo. Narra , se narra y hace que sus alumnos narren y se narren. Construye.








Bibliografía
Fernando Bárcena y Joan Carles Mélich. La educación como acontecimiento ético.Natalidad, narración y hospitalidad.Editorial Paidós, Colección Papeles de Pedagogía, Barcelona, 2000, 206 págs.

Leer y escribir como experiencias corporales de Clara Cuervo

En este texto la autora propone una serie de cuestionamientos hacia algunas prácticas escolares para logra que los niños y jóvenes lean y escriban más. Entre ellas, reflexiona sobre el hecho de que en la escuela muchas veces se aplique el viejo adagio de "la letra con sangre entra", el cual propone que si el niñx no desea por cualquier motivo acceder al mundo del verbo escrito, entonces la violencia es un medio efectivo para aprenderla. Básicamente, pedagogía del medioevo que no hace sino dejar huellas negativas en la persona que sufrió los maltratos por parte de un profesor ignorante o bien un profesor que sufrió los mismos abusos.
Por su parte, otro de los cuestionamientos que se plantean en el texto es la forma en que se proponen la lectura y la escritura desde la escuela: como rutina y no como experiencia. Se dice que una formación lecto-escritora de nuestros jóvenes y niños creará en el futuro "una sociedad más respetuosa" (Cuervo, 2). Este imaginario provoca que en el pensum de los colegios se incluyan clases de Español, de Castellano etc. Este no es el problema; el problema es que dichas clases procuran en muchos casos  crear el hábito de la lectura en los estudiantes, es decir, leer y escribir porque hay que hacerlo. Lo que provoca este modo de ver las cosas es que se desdibuje el primer impulso lecto escritor que es el gusto, el placer y la fascinación por descubrir nuevos mundos, imágenes, y a través de ellos construir yo mismo realidades mejores para mí y los míos en el mundo cotidiano: simplemente ser capaces de imaginarlas. Pero es importante recalcar el hecho de que el gusto por los libros y por la escritura de preferencia se convierta en una experiencia, es decir que la actividad con el lenguaje me atraviese, me cambie y me permita modificar el mundo (no que simplemente se convierta en una tarea enciclopédica itelectualista) "...aprender la realidad, leer y escribirla: comprender y crearla." (Cuervo, 5). Esta propuesta le apuesta a la lectura y a la escritura el convertirse en pasión (pathos) y no en una práctica/rutina más.
Otra de las reflexiones que anota Cuervo es la obligación: El deber ser, la obligación de hacer algo procura en los individuos sensaciones de castigo, emociones de rechazo, frustraciones (Cuervo, 13). Para el caso  de la lectura y la escritura, éstas apuntan a todo lo contrario, es decir al placer, al gusto, a la experiencia, al gozo, en fin. En el momento que se obliga al estudiante a leer en voz alta sin estar este preparado, a escribir en el pizarrón un texto sin estar preparado, se dañan fibras sensibles en la persona, se maltratan las emociones, se interviene de forma negativa en el cuerpo de esa persona: las huellas del fastidio, del odio, del desespero por hablar en público y quién sabe que más, se harán palpables en todo su ser.
Como maestros, como padres, como modelos a seguir es recomendable inculcar el gusto y no la obligación en lo que se refiere a la lectura y escritura. Si bien es una dicha poseer un hábito lector,  comprender "el hábito" no como un pasar por el mundo deborando, sino pasar por el mundo interactuando y,  por qué no, modificando.

En este sentido es cuestionable la lectura en voz alta por parte de los niños. ¿En verdad es necesario que lean en voz alta para su formación?


en Diario de los escritores de la libertad.
"Querido diario: 
...
En quinto curso tuve una maestra que acostumbraba a llamarme holgazán delante de toda la clase. Siempre me escogía para leer delante de todos. Sabía que yo no era capaz de leer ni de hablar muy bien, y que cuando leo debo hacerlo muy lentamente. Todos se reían de mí y me trataban como a un tonto. Odiaba la escuela. Desde aquel año nunca he sido capaz de leer en voz alta y aún hoy me asusta la idea de que la gente se ría de mí y me llame estúpido."

Como vemos en el texto, el niño se vio enfrentado a un público sin estar preparado para hacerlo. Esto dejó en él consecuencias y huellas dolorosas. No sólo vemos el maltrato verbal hacia el niño por parte de su maestra, sino la forma casi malévola con que lo pone a leer aún a sabiendas de que no lo hará como ella espera. Él sabe que no puede hacerlo rápido, hace el esfuerzo, ella sabe que no puede hacerlo fluido, igual lo obliga...Lo que se pregunta uno al leer este tipo de testimonios es qué estará pensando la maestra al forzar a leer en voz alta a alguien que no va a satisfacer sus ansias de oradora ¿Será que el niño va a aprender a leer bien a través de la humillación y el deprecio público? Pues claro que no, ahora lo sabemos bien, la letra con sangre no entra, y si entra no alcanza a tocar ni un hueso, se queda en las bellosidades del brazo. 

La historia de nuestra vida queda plasmada en nosotros. Nuestro cuerpo es el reflejo de nuestro presente y pasado,  todo lo que sucedió, bueno o malo es visible en nuestro caminar, en nuestro pensar, en nuestro modo de levantar la cuchara, en la forma que movemos el pie izquierdo al dar un paso e incluso en la cara que ponemos cuando sentimos un olor asqueroso. Todas esas muestras son las huellas de neustro devenir por la vida, de nuestro deambular por el mundo y de nuestro tránsito hacia lo que seremos mañana. Las huellas se imprimen y es dificil borrarlas... La próxima vez que tengamos a un pequeño frente a nosotros preguntémonos que clase de huella quiero dejar en ese ser.














El caballo de Jairo Anibal Niño


-¿Qué tiene en el bolsillo?
Un Caballo.
 -No es posible, niña tonta.
Tengo un caballo que come hojas de menta y bebe café.
 -Embustera, tiene cero en conducta.
 Mi caballo canta y toca el armonio y baila boleros, bundes y reggae.
-¿Se volvió loca?
Mi caballo galopa dentro del bolsillo de mi delantal y salta en el prado que brilla en la punta de mis zapatos de colegio.
 -Eso es algo descabellado.
Mi caballo es rojo, azul o violeta, es naranja, blanco o verde limón, depende del paso del sol. Posee unos ojos color de melón y una cola larga que termina en flor.
-Tiene cero en dibujo.
Mi caballo me ha dado mil alegrías, ochenta nubes, un caracol, un mapa, un barco, tres marineros, dos mariposas y una ilusión.
-Tiene cero en aritmética.
Qué lástima y qué pena que usted no vea al caballo que tengo dentro de mi bolsillo.
 Y la niña sacó el caballo del bolsillo de su delantal, montó en él y se fue volando.

Breve comentario...

En este relato encontramos dos mundos opuestos. Unos ojos que ven con el corazón, abiertos a la imaginación y a los mundos posibles y otros ojos cansados,  agotados y acostumbrados a un mundo gris, inmutable construído por él y por tantos otros. La pequeña, describe a su caballo a través de sus sentidos: el caballo come hojas de menta (gusto),  toca y baila diferentes ritmos e instrumentos (oído), tiene todos los colores (vista), galopa en su bolsillo (tacto). A su vez, la rima que acompaña a la pequeña nos abraza al punto que sentimos tener el caballo en nuestro propio bolsillo, o bien la envidiamos por tan bella adquisición. Es el caballo el triunfo de la literatura por encima de la escuela, del gusto y el amor al arte por encima del deber ser.
Es una apuesta por traspasar los límites de lo real y jugar con lo verosimil. Lo que para ella es verdadero para su maestro no es más que un argumento para reprobarla. Como si fueran balas de pistola, el maestro grisaceo se defiende disparando malas calificaciones, pero la niña inmune escapa con su caballo. Mejor aún escapan volando. El vuelo como signo de la libertad.